¿Te has dado cuenta de lo rápidamente que detectamos la imagen corporativa de una empresa a través de su logo, sus colores o su mensaje? Estamos tan acostumbrados a recibir estos mensajes que los asociamos directamente a una empresa. Y esto no es casual, es el fruto de años de estrategias de marketing.
La imagen corporativa de una empresa es la imagen que proyecta a su público. No es solamente el logo, sus colores o sus anuncios pegadizos. Va más allá, es la percepción que tiene el público de esa empresa.
Es importante diferenciar la imagen corporativa de la identidad corporativa. Ambas están íntimamente relacionadas, pero mientras la identidad de una empresa se limita a elementos materiales como el logo o los colores, la imagen corporativa depende además de elementos tan subjetivos como la percepción del público.

Identidad corporativa
Es el conjunto de elementos físicos que identifican a la empresa. Aquí se incluye el logo, los colores corporativos, las tipografías, eslogan, libro de estilo…
Esta es la base sobre la que se construye la estrategia de comunicación de una empresa.
Imagen corporativa
Este es un concepto abstracto, ya que se refiere a la percepción que el público tiene de la imagen de la empresa.
Define tu identidad corporativa
Es imprescindible definir claramente la identidad de la marca. Sobre este pilar se construye toda la estrategia de comunicación de la empresa y, en base a ella, tus clientes percibirán tu empresa de una forma u otra. Hay que tener en cuenta que la elección de logo, colores y demás no es algo grabado en piedra, es posible modificarlo. Muchas empresas han cambiado su imagen, a diferentes niveles, en función de las circunstancias. Una fusión, un cambio de estrategia, cambios sociales, o simplemente las modas pueden justificar un rebranding, e incluso decidir que la estrategia actual no es la óptima. Eso sí, este cambio no ha de tomarse a la ligera y se debe tener en cuenta el impacto que tendrá sobre nuestra audiencia, acostumbrada ya a una imagen determinada.
En todo caso, sea para definir la identidad desde cero, o para modificarla, es importante tener claro la importancia de esta acción. No es una mala idea confiarla a diseñadores profesionales dada la repercusión que tendrá este paso en las consiguientes estrategias de comunicación.
Nombre y logo
El nombre de una empresa es, obviamente, la primera seña de identidad de la misma. Algo difícil de cambiar.
El logo es la primera imagen visual que evocamos de una empresa. Existen multitud de estudios y opiniones acerca del impacto de los elementos que lo componen en la percepción de la audiencia. Aquí puedes encontrar algunas premisas acerca de los elementos de un logo.
Colores corporativos y tipografías
El color y la tipografía marcan profundamente todas las acciones de comunicación de la empresa. Tanto en la página web como en redes sociales o cualquier tipo de publicación se han de tener en cuenta estos dos parámetros para mantener una sensación de homogeneidad y conseguir que la audiencia identifique claramente el contenido con la marca.
La selección del color corporativo no es un asunto trivial. No solamente responde a criterios estéticos, si no que el color elegido es asociado inconscientemente a diferentes conceptos. Hay muchos estudios al respecto, puedes saber más acerca de la elección del color aquí: «El significado del color en el marketing«, «Usa los colores para marketing«
Eslogan
El eslogan es una frase corta que busca fijarse en la memoria de la audiencia. Es una coletilla que se utiliza en todas nuestras comunicaciones. Dese aquél «y da un gustirrinín..» de Gila anunciando Filomatic hasta el actual «Just do it» de Nike, estas frases cortas han evolucionado siguiendo las modas sociales. El eslogan, si se da con la fórmula adecuada, relacionará inequívocamente nuestra marca con una frase, y una filosofía.
En esta web se recogen algunos de los eslóganes más conocidos: «El eslogan o lema publicitario«
Márcate los objetivos a conseguir con tu imagen corporativa
Una vez tenemos la identidad corporativa definida, hemos de pasar a utilizarla para construir la imagen de la empresa a su alrededor. Debemos diseñar y definir los elementos que representen a la marca y sus valores, y llevar a la empresa un paso más allá en su comunicación.

Es importante tener claros los objetivos que queremos conseguir.
- ¿Cómo vamos a diferenciarnos de la competencias?
- ¿Qué percepción queremos que nuestra audiencia tenga de nuestra marca?
- ¿Cuál será el estilo de nuestro discurso?
- ¿Qué valores queremos transmitir.?
Diseña tu estrategia
Una vez hemos sentado unas bases sólidas y definidos los objetivos que queremos conseguir, podemos adentrarnos en el meollo de la cuestión que nos ha traído aquí: mejorar la imagen corporativa.
Selecciona tus canales
Actualmente existen multitud de canales por los que llegar a nuestra audiencia: radio, televisión, prensa escrita, redes sociales…. Elegir los más adecuados en función del público objetivo y nuestro presupuesto determinará el éxito de nuestra comunicación.
Coherencia
Mantén una línea uniforme. No confundas a tu audiencia. Para transmitir tu mensaje y conseguir que tu público lo asocie a tu imagen corporativa debes ser coherente. El objetivo es que tu público asocie tu marca a un mensaje.

Conoce a tus clientes
Ten muy claro tu target. Conoce qué les gusta, que les motiva y que les disgusta. Nunca intentes gustar a todos, lo único que conseguirás es que todos te pongan pegas. Se fiel a tu mensaje, defiéndelo y asume que no le vas a gustar a todo el mundo.
Cuida a tu audiencia… y a tu equipo
Y por último, pero no por ello menos importante – de hecho es quizás uno de los pilares de tu imagen corporativa – debes cuidar a tu gente. Sean clientes, proveedores, parte de tu equipo o simplemente clientes potenciales. Da igual, cuídalos. Es básico que perciban una imagen positiva de tu marca.
Una muy buena opción para mantener tu imagen corporativa cerca de tus clientes y además generar cierta gratitud en ellos es una buena estrategia de regalo corporativo. Sean elementos útiles o simplemente decorativos, una selección adecuada del detalle y el momento puede conseguir una reacción altamente positiva.
Haz que tu proyecto sea un éxito
Como ves hay multitud de pequeños parámetros a tener en cuenta. Todos ellos influyen en mayor o menor medida en el éxito de tu proyecto. Toma tus decisiones, apóyate en tu equipo y busca ayuda de terceros para asesorarte si es necesario. Pero elige un rumbo y síguelo.
Diseña tu mensaje y muéstraselo a tu audiencia.
Adelante.

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